7 Octubre 2008 – 14:51 | Publicado por Sergio

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Las llamas en el espacio no son como en la Tierra donde la gravedad afecta al aire caliente que las forma y les proporciona su característica forma de lágrima. Lejos del campo gravitacional de nuestro planeta, las llamas se dispersan en pequeñas esferas brillantes que se mantienen orbitando alrededor del foco que las ha creado.

Este fenómeno fué descubierto casi por casualidad por Paul Ronney cuando, en el curso de un experimento, lanzó una lata de hidrógeno ardiendo en el interior de los 30 metros de profundiad del 2.2 Second Drop Tower. Este pozo está situado en el Glenn Research Center de la NASA y ha servido durante 50 años paraexperimentar los efectos de la microgravedad en fenómenos físicos como la combustión o la dinámica de fluidos.

Ronney ya sabía previamente que las llamas no se iban a comportar como lo hacen en un campo gravitacional normal, pero lo que grabó la cámara del pozo durante los 2,2 segundos que duró la caída de la lata no fué lo que esperaba: las llamas se fragmentaban formando pequñas esferas cuyo movimiento podría asemejarse al de pequeños y brillantes OVNIS. Algunos de sus colegas no se creyeron los resultados obtenidos cuando Rooney se los relató.

Este experimento podría parecer bastante intranscendente pero fué el inicio de posteriores investigaciones, como la SOFBALL-2, para intentar reproducir esta combustión en motores debido a su bajo consumo de combustibles.

Visto en Ciencia@NASA gracias a Gustavo.

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Etiquetas: 2.2 Second Drop Tower, Glenn Research Center, NASA, SOFBALL-2
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